Mi trabajo con personas adictas ya sea a drogas, alcohol u otro tipo de comportamientos se remonta a más de 15 años. En este tiempo he convivido con personas adictas, familiares, he visto crecer familias, he conocido a sus nuevos miembros, y a lo largo de este proceso me han permitido compartir su sufrimiento, su dolor pero también su esperanza, su ilusión y su alegría.

En el ejercicio de mi profesión entiendo que lo más sanador del proceso es la construcción de una relación de ayuda basada en la confianza y en el compromiso mutuo. Esa relación se construye y se apoya sobre sólidos conocimientos, herramientas y profesionalidad pero también sobre valores y personas, por eso mi objetivo es poder ser ese elemento que contribuye al cambio, esa persona en la que confiar y que devuelva esa confianza. 

Por ello mi objetivo no puede ser otro que continuar ofreciendo mi trabajo, mi esfuerzo, mis conocimientos y mi compromiso a aquellas personas que lo necesiten y lo quieran. 

LA CONSULTA:

Inicio esta nueva etapa confiando en ofrecer un recurso distinto, profesional, y accesible para que las personas adictas tengan un espacio donde encontrar el camino de su recuperación. Este espacio busca ser un recurso para las personas que requieren  intervenciones más específicas, que no requieren un tratamiento tan intensivo, o que el abordaje médico no es esencial o cuyo proceso tiene que ver con un proceso de psicoterapia profundo unido a la abstinencia, para todos ellos aquí tienen un espacio.

La recuperación para mí significa que la persona puede hacerse responsable de su vida de una manera positiva, que se atreve a afrontar las dificultades que surgen y que sabe gestionar los aciertos y los errores, pidiendo ayuda y en contacto con aquellos que le rodean y le apoyan. Si este es el camino, el resultado sólo puede ser positivo.